Awaska o el tejido / Miércoles 19 de mayo / jl

Pacha es el gran Tejedor, nos tejeen el gran telar de la vida, nos teje en dos dimensiones: urdimbre y trama, que se objetivan en el Tiempo y el Espacio, en direccional vertical y horizontal.

Pacha, cruza en un zigzag toda la Awaska (tejido) en los entrecruzados de urdimbre y trama en la zona ventral de la vasija, donde se halla el KAY PACHA o Mundo Terrestre, donde impera la ley de la Dualidad y la sujeción al Espacio, y al Tiempo.

Una de las formas de unidad constructiva, como un ladrillo, como un píxel, es el hilo

¿Cuándo? ¿Quién comprendió que cruzar y cruzar líneas, tejerlas, genera una superficie?¿Quién, y cuándo… y cómo, entendió que las varillas de bambú, mimbre o cualquier raíz o fibra, confeccionaría recipientes, trampas, parasoles, escudos… superficies livianas, abrigadas, permeables, flexibles, protectoras?

Escapa a las posibilidades de los investigadores establecer el origen preciso del hilo, dada su extrema fragilidad en el transcurso de las largas edades, pero desde hace unos 6000 años hay ciertas constancias de que en China ya se utilizaba el hilo de cáñamo (nuestro conocido hilo sisal) y un par de cientos de años más acá, hace unos 5700 años, empezaron a utilizar el hilo obtenido (en gran secreto) de la baba de un gusano: el hilo de seda. (Doscientos años antes de Cristo, los griegos aun seguían importándolo desde Asia, en bruto, ignorando la procedencia de esa extrema delicadeza.)

De los egipcios sabemos que preferían al lino, de hecho sus momias era amortajadas con el mejor de sus linos, y los pueblos semitas, antiguos y conocidos pastores de ovejas proveen el hilo de lana (el ganado ovino en general es una clase animal central en la mística judía y árabe). En cuanto al algodón llegó a la zona mediterránea desde la India con las campañas de Alejandro, hace unos 2300 años.

Esta breve cronología demuestra que Oriente, tiene mucho que ver con los hilos, con las telas, con el tejido. Pero con esta afirmación aun nos quedamos cortos, ya que de hecho a algunos de sus libros fundamentales, esos que tratan sus doctrinas más tradicionales, a esos libros se les llama con palabras o términos cuyo sentido literal se refieren al tejido.

En chino, la palabra king es la urdimbre de una tela, y la palabra wei es su trama. King es el nombre de un libro fundamental, el I King o I Chin, y la otra palabra, wei, es el nombre de los comentarios que acompañan al libro. En el idioma sánscrito también encontramos muestras claras de lo mismo, la palabra sutra significa hilo. Y sutras son los textos que fijaron los discursos de Buda y también se les llama sutra a los escritos en que se exponen enseñanzas y preceptos relativos a las diferentes vías de conocimiento en el camino de alcanzar la iluminación o la realización espiritual completa del ser humano. Esta palabra (sutra) también se utiliza para designar escritos de otras tradiciones orientales, sobre todo dentro en el entorno del hinduismo. Un famoso ejemplo es el Kamasutra, texto hindú sobre el comportamiento sexual del hombre. Y finalmente, para incorporar un dato más sobre esta palabra, se nota que es idéntica a la palabra latina sutura, con el mismo sentido de coser, que tiene en ambas lenguas.

En árabe, los capítulos del Corán se designan surat y está compuesta exactamente de los mismos elementos que el sánscrito tiene la palabra sutura. Además tiene un sentido próximo a fila o hilera, es decir que un libro puede estar formado por una serie de sutras, como un tejido está formado por un ensamblaje de hilos.

Otro ejemplo más lo otorga la raíz sáncrita (tan) de la palabra tantra. En primer lugar expresa la idea de extensión, el mismo sentido de hilo, y designa especialmente la urdimbre del tejido. Y justamente el budismo tibetano basa sus doctrinas en un conjunto de escritos llamados Tantra que según la tradición aparecieron aproximadamente unos seis siglos antes de Cristo. Ahí, en clave simbólica y en la forma de poemas, se enseña que para alcanzar la realización espiritual no es necesario apartarse de los estímulos que activa el deseo, sino, por el contrario, utilizar al deseo como sendero hacia la realización

¿Qué es la urdimbre del tejido?¿Cuál es la trama?

La urdimbre son los hilos verticales tendidos sobre el telar, fijos. Son el elemento inmutable y principal. Los otros, se desarrollan en un vaivén y son el elemento variable. Los otros, los horizontales son la trama.

Uno es un principio y el otro una cierta condición particular que lo atraviesa.

La urdimbre en vertical y la trama en horizontal se cruzan en un punto. Al cruzarse forman una cruz y el punto donde se produce el cruce es el centro de esa cruz.

Vistos con otros ojos, podemos aventurar la idea de que el tramo horizontal establece los grados de un nivel logrado, sobre un eje vertical de medición. Entonces, podemos afirmar que el trazo horizontal marca los grados de un nivel conseguido por una determinada forma de existencia sobre un eje vertical de grados de la Existencia toda.

La urdimbre sería lo que es trascendente en relación, por ejemplo al estado humano, y la línea horizontal es el propio estado humano. La urdiembre es hacia lo que lo humano tiende, hacia lo no humano o verdaderamente trascendente, y la trama es su estado natural, producto de las facultades específicamente humanas.

Por esa urdimbre vertical son cruzados o ligados los puntos que se corresponden en todos los estados, y ese es el Libro Sagrado o arquetipo de todos los pensamientos tradicionales expresados en lenguaje humano.

Se afirma que todos los acontecimientos, todos los acontecimientos tomados en simultaneidad, o sea en lo intemporal, están inscritos en ese Libro. Para acercarnos un poco más, propongo que nos pensemos a cada uno de nosotros como solo un carácter, una letra de ese libro, o un número, que por otra parte se identifica con un punto de ese vasto tejido.

Visto de otra forma, esos puntos también se parecen a las letras del alfabeto y a los diez números cuya interminable combinación nos daría como resultado el universo humano.

Se puede decir entonces que cada hilo de urdiembre es un ser considerado en su naturaleza esencial. Cada hilo de urdimbre es una proyección directa del Si mismo principial. Es el lazo de todos sus estados para mantenerlos en unidad propia a través de sus multiplicidades. Es el grado elevado hacia donde tiende la serpiente Kundalini que el yoga eleva a través de la coronilla del cráneo. Ahí justo, en la corronilla, en esa cúspide, es dónde, y el motivo, por el que un judío luce su kipá o un monje se rapa.

El hilo de la trama cruza a esta urdimbre en cierto punto, y ese punto corresponde a un estado definido de existencia, que determina las relaciones de ese ser, con el medio cósmico que se relaciona. Entonces, la naturaleza individual de un ser humano, por hablar de un humano, es la resultante del encuentro de estos dos hilos.

Entonces, en esa reunión o encuentro de dos hilos, en esa cruz, se distinguen dos elementos: uno vertical y otro horizontal. El elemento vertical marca las condiciones del medio, su momento de existencia, y el segmento horizontal es la condición propia de ese humano en particular.

Aun se puede agregar otra imagen referida al tejido que ofrece la tradición hindú: es la araña trabajando con su propia sustancia, con su propia baba, es la araña tejiendo con su propia manera de existencia una bella y mortífera esfera plana, donde la trama gira en circunferencias concéntricas al punto central, el mismo lugar desde el cual se irradia la urdimbre.

Otra forma compleja vinculada al tejido, es el uso de los hilos anudados como parte de escritura en la China remota, que ha llegado hasta hoy como pequeños adornos, especie de talismanes de hilo rojo, con nudos. Pero, originalmente tenían la misma función que los quipus peruanos.

Se ha pretendido burdamente que los kipus servían para registros contables a la manera de los actuales cuentaganados de campo. No obstante, parece que expresaban también ideas mucho más complejas. Ya hay certezas de que eran los anales del inca, que poseían una lengua muy refinada y sin embargo ningún otro procedimiento de escritura.

Quipu es una palabra quechua que literalmente significa nudo y es una prueba más de los libros cuyo nombre referido al hilo insinúa directamente la trama humana.

Un quipu consta de una cuerda principal, sin nudos, de la cual dependen otras generalmente anudadas y de diversos colores, formas y tamaños, los colores se identifican como sectores y los nudos la cantidad. Puede haber cuerdas sin nudos, como también cuerdas que no se desprenden de la principal sino de una secundaria. Se cree que los colores y quizá la forma de trenzado de las cuerdas indican los objetos, mientras que los nudos harían referencia a las cantidades, incluyendo el número cero. Hay una gran variedad de quipus, desde los muy simples hasta los que tienen más de mil cuerdas. Es un sistema nemotécnico equivalente a la escritura porque gracias a la diversidad de colores de cuerdas, distancia entre cuerdas, posiciones y tipo de los nudos posibles es posible lograr más de 8 millones de combinaciones. Sólo los funcionarios estatales, generalmente un varón o mujer ancianos manejaban este enigma incaico casi perdido, y cada capital de las provincias tenía su encargado de cuentas y registro.

En el trabajo de un artista, la urdimbre es el fruto de la inspiración directa, y la trama corresponde al producto de la reflexión que se ejerce sobre los datos de esa inspiración. Es decir, una especie de meditación-imaginación inicial y no verbal, y la posterior racionalización o verbalización de lo anterior.

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