Cinco caracteres del diagrama / Joaquín Nudel / marzo 30

MAGRITTE: "La traición de las imágenes: ceci n'est pas une pipe"

En este capítulo se definirán cinco caracteres que deben tenerce en cuenta en el proceso de diagrama.

Primer carácter. Hay dos ideas ligadas en relacion necesaria, caos–germen (el huevo), es un caos del cual debe salir algo. En el mejor de los casos, aparece el diagrama que da pié al hecho pictórico. Se lo puede llamar “abismo ordenado” ya que el fin del caos no es reemplazar la estructura, sino que de él surja algo lindante pero ya superado.

Segundo carácter. En el se postula que el diagrama es esencialmente manual. La única que puede trazarlo es una mano desencadenada. Es decir una mano que se libera de las coordenadas visuales. La mano y el ojo estan en constante tensión. La mano obedece al ojo, pero durante o después del diagrama la mano se libera del ojo, de las coordenadas visuales. Aquí se generan las siguientes preguntas: ¿la pintura es visual o manual? ¿Qué relación hay entre el ojo y la mano en la pintura? ¿Cuál es la variabilidad posible de las relaciones ojo mano? Por lo pronto, el caos (diagrama) es esencialmente manual ya que la que actua como para derrumbar las coordenadas visuales debe ser necesariamente la mano desencadenada, sin seguir datos visuales. Con esta posibilidad de “mano liberada” surgen dos maneras de definir la pintura, linea/ color (visual) en contraposición trazo / mancha (manual).

Paul Virilio habla del concepto clásico de la tela como puerta/ventana de la cual se entra y se sale, aunque no se supone que el espectador sea quien entra y sale, sino que quienes lo hacen son el aire y la luz. Hace referencia a esto como la primera gran abstracción: el aislamiento de la luz.

Entonces, la ventana es de connotación visual, la puerta–ventana es manual visual. El caballete que sostiene a la ventana, el pincel, y la mano subordinada al ojo son la determinación visual, y lo que el pintor debe hacer es salir de esa tela, y hacerla manual, sacarla del caballete, que a fin de cuentas no es mas que un mueble que en determinados casos puede facilitar alguno aspectos del acto de pintar, pero no más. Sacarla tambien del pincel (de la subordinación al ojo) y expandirse: impactar en la tela con rastrillos, escobas, mangas de reposteria, etc.

En síntesis, dice Deleuze que este segundo carácter es un conjunto de trazos manchas, un conjunto manual que sale del primer carácter caos-germen. ¿Que es una mancha? Un color no diferenciado, un conjunto de trazos no significantes y un color no diferenciado.

Tercer carácter. El diagrama no es todavía ni linea ni color, es gris. Gris de blanco-negro correspodiente a la gama de luz o bien gris rojo–verde gama de color. Los grises son la mancha, son los que deben sostener el color, contenerlo. Para el trazo es lo mismo, es la composición de trazos lo que contendrá la linea, lo que la compone manualmente. Del trazo/mancha, el diagrama y la catastrofe visual surge el “tercer ojo”. Ese que nos permite ver mas allá.

Cuarto carácter. La funcion del diagrama es deshacer la semejanza. No existe pintura figurativa. La semejanza no se deshace en la cabeza del pintor sino tambien en le cuadro, quien la necesita la utiliza como medio para regular, y no como construcción de la pintura. El diagrama es para que la “semejanza” se convierta en una semejanza mas profuda o bien para hacer surgir la imagen, lo que no se ve, la presencia, la imagen sin semejanza. También se lo puede ver como un icono ya que el icono no es la representación de la cosa sino que es su presencia, es el peso de la presencia de la imagen.

Quinto carácter. Es el abismo ordenado. La instauración de un orden propio al abismo, es el testimonio del paso por el caos que queda marcado en el propio cuadro. Es el caos tomando solo algunas zonas, no todo el cuadro.

Estos cinco caracteres unidos y actuando juntos en el diagrama son los que hacen posible el hecho artístico, los que marcan al diferencia entre el éxito y el fracaso. El diagrama está patente en la obra de arte, puede verse, debe verse. Pero la aplicación del diagrama implica el peligro de no poder controlarlo y que el caos tome todo el cuadro no llegando a concretar el hecho artístico.

Los peligros o tensiones del diagrama son dos: 1) que el diagrama tome todo, que haya solo caos formando una grisalla y 2) que el diagrama se reduzca al mínimo. En este punto lo que sucede es que lo que se aplica finalmente no es un diagrama sino un código exterior, una fórmula, un cliché.

más caos = grisalla / caos controlado = diagrama / menos caos = código

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