Hanan-Hurin o la escalera / Miércoles 12 de mayo / jl

Hanan-Hurin contiene la división del Universo en dos regiones a las que enlaza y conecta: Hanan Pacha, arriba, y Uray Pacha, abajo. Ambas mundos o esferas de la realidad total, se encuentran unidos por medio de escaleras para el descenso de los dobles, cuando se muere, y el ascenso de las almas, según se renace. La correlación HANAN (Mundo Supremo), HURIN (Mundo Subterráneo), describe un plano en version positiva y negativa. La visión ensanchada, produce un juego visual, que induce a fijar la mirada en una sola de las zonas. Dos planos separados por un trazo escalonado. Múltiples escaleras paralelas, separadas por dos diferentes texturas o colores. O simplificadas en una línea de triángulos, cuyos vértices apuntan, alternadamente, hacia el Mundo de arriba o al de abajo.

Este mismo concepto es tomado casi por todas las culturas tradicionales. Empezando por mencionar la natural elección del “arriba” como el lado positivo y el “abajo como el negativo. La oscuridad, la maldad o lo negativo, apunta hacia abajo… como el dedo de Nerón.

Aquí se puede encontrar la analogía con el blanco y el negro, el día y la noche y, en fin, una serie indefinida de opuestos complementarios como el propio circuíto eléctrico. Así podemos llegar a Yin-Yang, del que cabe señalar la dirección ascendente de su denominación. Yin representa a la densa tierra y ya que somos, inevitablemente somos, la referencia humana de nuestros pensamientos humanos: el camino es hacia arriba, hacia lo Yang inmaterial y contenedor. Así nos ordenamos. El sonido del abajo es punte-agudo como el sonido chillón y yin de su “i” que muere contra el paladar superior y el otro es redondo como una a palangana y abierta y llena de “a”, que rebota y gira en el estómago bajo de su “g” terminal. Punto centro, para hacer un círculo.

Continuando con otros aspectos de este pensamiento, se pueden señalar las maneras de desplazamiento, se puede pensar en las maneras del ascenso, o descenso. Es decir, en los grados sucesivos de esos pasajes. Como si fueran pequeñas estaciones intermedias, como números de rayuela, de la tierra a las alturas. Otra forma de nombrarlos, es decirles escalones, para hablar de la escala, de la escalera. Hay una letra que lo recuerda. La H de haber, hay, y otras ocasiones innumerables donde una vocal necesita aire o un escalón de apoyo. Y como decimos que las palabras son formadoras de ideas, es una manera de afirmar que ese escalón genera, sin dudas, una realidad.

¿Qué es una escalera? Una suceción de estados o peldaños. En su versión mas sígnica es una forma con dos barras laterales y travesaños y entonces, se puede tener el cuenta el número de los mismos.

En difererentes rituales ancestrales, el ascenso y descenso de escalones está provisto de una vasta simbología. El número del escalón, el material con el que está hecho (una escalera puede tener los escalones revestidos con diferentes metales, por ejemplo) que determinarán diferentes virtudes o pasajes del practicante. Lo mismo que la ascensión a palos, postes, incluso en el palo mayor de los barcos eje de la transportación de energía del viento a la quilla para el movimento de ese carro, o nave o modelo cósmico… como lo sería también una casa. Todos estos ejes es el eje central de la escalera que sin embargo no es físico es invisible. El eje está en el que asciende, es virtual.

Es decir que la escalera es una forma de utilizar el eje del universo en un continuo subir y bajar, como una especie de puente vertical. La escalera apoya en nuestro mundo, que es el soporte desde el cual se debe ascender… en la de ascender y desde ahí se abre otra, hacia lo subterráneo ya pasado.

En otros casos, se toma a la escalera como la idea de subida seguida de una bajada. Subida por peldaños “ciencias” y que implican la realización de ciertas “virtudes”, correspondientes al mismo escalón ininterrumpido de bajada, del otro lado… como frutos de ese conocimiento. En un subir y bajar funcional al conocimiento, al movimiento pendular, como una vertiginosa secuencia de Escher.

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