Eckhart: visión del arte I / Agustina M.P. / julio 13

Johannes Eckhart, o Eckhart de Hochheim. Monje domínico, teologo y filósofo (1260-1328). Aunque enseñó en alemán, presenta un paralelo muy cercano a los modos de pensamiento indio, incluso algunos pasajes enteros y muchas sentencias aisladas aparecen como una traducción directa del sánscrito. Estas analogías no prueban la influencia de un sistema de pensamiento sobre otro, sino la coherencia de la tradición metafísica en el mundo y en todas las épocas.

Los escolásticos, es decir, las escuelas cristianas medievales no desarrollaron ningún tratado especial dedicado a la “Filosofía del Arte”, aunque en sus escritos es posible encontrar conceptos claros sobre esa materia.

Este capítulo introduce a Eckhart y nos da algunas puntas de su forma de razonar, escribir y teorizar sobre arte y sobre Dios, y también las semejanzas o analogías con las concepciones orientales.

Eckhart como influyente teólogo del medioevo y conocido como Meister Eckhart, desarrolló en sus escritos una teoría del arte de gran alcance. En sus llamados Sermones, con energía y voluntad logró resumir y concentrar el ser espiritual de Europa y lo expone con mucha claridad.

Con respecto al pintor de retratos dice: “No es al pintor mismo lo que el retrato nos revela, lo que proclamo está en mí…como el don de Dios”. Esto nos permite hacer una analogía entre los modos de pensamiento de Eckhart y sus pares de la India, donde la figura de Dios es existencia, y no hay nada fuera de Dios.

Puerta en la iglesia de Erfurt, Alemania, donde inició sus estudios y llegó a ser nombrado prior. La puerta es conocida por la Entrada de Meister Eckhart y tiene la inscripción La luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no prevalecieron contra ella.

A continuación se intentará ordenar el material disponible de Eckhart respetando las ideas escolásticas en general y sus frases en particular.

La concepción que tiene sobre la vida humana en su operación y consecución es estética y todo su pensamiento está recorrido por la idea de que el hombre es un artista en la analogía del “artífice exaltado” y su idea del “bien supremo” y de la “delectación inmutable” es la de un arte hecho perfecto.

El arte es religión y la religión es arte. No es que estén relacionados, sino que para Eckhart son la mismidad. Por lo tanto no escribe sobre las artes como artes, sino como sermones sobre el arte de conocer a Dios.

Considera que el conocimiento es triple. Conocimiento A) de particulares y generales, sensible, empírico, literal, indicativo, B) de universales, racional o inteligible, alegórico, convencional, C) de mismidad, sin imagen o semejanza, trascendental, anagógico (es decir, que permite ver realidades y acontecimientos con un significado superior).

Tanto el conocimiento de particulares como el de universales es un conocimiento relativo, pero el conocimiento de la mismidad es inmediato y absoluto, de manera que solo puede expresarse de términos negativos.

Eckhart hace alusión a la practica de las artes especificas, al arte en el artista, y al perfeccionamiento del arte y del artista. Y afirma que la comprensión puede ser percibida de manera audible o visible, como un proceso estético.

Para explicar los diferentes aspectos del conocimiento, da un ejemplo: «veo los lirios en el campo, su alegría, su color, todas sus hojas». A) Particulares y generales: esos lirios se pueden percibir de forma irracional (como lo hace un animal) lo que sería el reconocimiento y el saboreo de las «criaturas como criaturas», «como son en sí mismas» que se deben valorar y reconocer según sus usos. B) Universales: dice, «mi hombre interior saborea las cosas no como criaturas sino como el don de Dios», es decir, como imágenes inteligibles que pueden ser entendidas, que son materia de puro conocimiento sin intervención de los sentidos, conocimiento que se oye clara y distintamente. C) Mismidad: «para mi hombre interiorísimo no saben a don de Dios sino a mismidad eterna. Así todas las criaturas hablan de Dios», «he venido como la fragancia de una flor»; ése es el sobretono del significado, la sugestión, dhvani, el saboreo sin mezcla, rasa.

En total, éstas son las tres funciones estéticas de la denotación, la connotación y la implicación, correspondientes al reconocimiento, la interpretación y la comprensión inmediata.

[denotación=reconocimiento] [connotación=interpretación] [implicación=comprensión inmediata]

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