En el caso del pintor que pinta su propio retrato, tanto su pericia como su imagen estarán en ese retrato, su imagen a la manera de una semejanza, de un parecido. “la obra viene del hombre exterior y del hombre interior, pero el hombre interiorísimo no toma parte de ella. Al hacer una cosa el verdadero sí mismo interiorísimo de un hombre se muestra la exterioridad.”
En el toque y el estilo la obra revela al hombre, de la misma manera que el hacha que lleva a cabo el fin deseado por el trabajador, deja su marca en la madera. La forma es una revelación de la esencia, en la que no hay ni imagen ni semejanza. La esencia podemos encontrarla en todas las cosas, ella mueve todas las cosas movibles como a criaturas.
Las cosas inteligibles se presentan en la escritura bajo figuras sensibles, para que las propiedades de estas puedan comprenderse según la similitud, a través de figuras sensibles.
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